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Por Claudia Botero

Tú llegas mas rápido, ¡Pero la tortuga llega mas lejos!


Tomado del banco de imágenes de Unsplash- Gracias!

Entre culturas antiguas y de tradición milenaria se cuenta a la tortuga como el mas sabio de los espíritus en el reino animal. Su actitud despreocupada, su apariencia plácida y ese tomarse el tiempo necesario para todo pueden ser una buena indicación de porqué esto es así. "La Tortuga primordial —dice Jorge Luis Borges en su Manual de zoología fantástica— tiene la concha redonda por encima para representar el cielo y cuadrada por debajo para representar la tierra". Y es la caparazón de la tortuga, una protección efectiva y una metáfora de la manera como podríamos protegernos de los peligros que nos acechan… esto es, dentro de nosotros mismos, en nuestros espacios interiores.

La Tortuga, precisamente porque carga con una protección que es pasiva, no agresiva ni invasiva sobre ella misma, es uno de los animales, sino el que menos depredadores conocidos tiene sobre la tierra. Por supuesto, estamos los seres humanos, pero déjenme decirles que de nosotros no se salva nadie, ni nosotros mismos. Es triste, pero cuando nos ponemos en el afán de depredar y dañar, tenemos toda la inteligencia instrumental para realizar desastres mayores… esto indica que llegamos tal vez mas rápido y, cabalgando en la cresta de la ola del ego. Sin embargo, ¿llegaremos mas lejos?... El caso es que no.

Todo requiere tiempo y una actitud de paciente espera y entrega a la voluntad de la vida y de lo divino. ¿Pero entonces, tenemos que ser pasivos en esta espera de un destino mayor?, ¿Tenemos que ser mansos en esta espera de mayor belleza y plenitud para nuestras vidas?...

La Tortuga nos trae la enseñanza de cómo hacer de la paciencia y la paz con lo que es, una condición dinámica y movilizadora que no tiene que ver con la apatía ni la quietud desesperanzada.

Hazte las siguientes preguntas y sabrás si estas necesitando o no la sabiduría de la Tortuga. Si contestas SI a cualquiera de ellas, puede ser que la necesites:

-¿Tienes enemigos o personas que de una u otra manera buscan hacerte daño?

-¿Te cuesta entender cuando algo ha terminado y pasar a lo siguiente?

-¿Ensayas hacer varias cosas pero todavía no te son claros el objetivo de tu vida, de tus actos?

- ¿Tienes miedo de seguir las inclinaciones que son mas naturales en tu corazón?

-¿Te sientes juzgado, o eres juzgado por ti mismo o por otros por hacer lo que te gusta y tanto amas?

La vida tiene un delicado equilibrio que sobrepasa los límites de lo humano. Nosotros pensamos que controlamos algo, pero en verdad estamos inmersos en un ecosistema y en unas dinámicas biológicas de las que formamos parte ineludiblemente. Los antiguos cuentan cómo a través de los simbolismos emergentes del mundo animal, comprendemos estas dinámicas naturales en nosotros mismos. La tortuga (se conoce este aspecto sobre todo en la tortuga marina), con su gran caparazón, es el ser sobre la tierra que menos depredadores tiene.

¿Quien se la va a comer tan protegida que está? De esta manera, cuando las personas entendemos desde la humildad, el amor propio y el amor por lo que nos rodea, que es perfectamente natural y bueno seguir las inclinaciones honestas y genuinas de nuestros corazones al momento de elegir trabajos, carreras, actividades, relaciones, maneras de vivir; y esto se realiza como un acto de inocencia y plenitud frente a la vida, la vida misma, es la promesa de la naturaleza, protege esta actitud, porque no es la actitud del que depreda, sino del que fluye en la corriente natural de la existencia.

Entonces, esta sabiduría que viene con la energía de la tortuga incluye:

Vivir sin enemigos, valentía en la juventud, entendimiento de los matices de los ciclos largos, deber de realización del propio camino de vida, habilidad de viajar distancias largas para llegar a casa, cuidado de la propia vida para que esta sea buena, mansa y longeva, dulzura, profundidad espiritual, inocencia y sobre todo, esto que es magnifico, y que es la profunda confianza en sí mismo, en que dentro nuestro tenemos aquella brújula sagrada que nos recuerda el camino, ese camino por el que andaremos protegidos, amados y largamente la bella vida.

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